La vendimia de las diferentes variedades de uva tinta ha comenzado en la comarca del Condado destilando una calidad que hace pronosticar una excelente añada.
Estas estimaciones iniciales sitúan la producción de la Denominación de Origen de vinos y vinagres del Condado de Huelva en cerca de 800.000 kilos, perteneciendo más de la octava parte a Rociana del Condado.
Los agricultores están de enhorabuena gracias a que la climatología ha sido el mejor aliado de las viñas, al brindarle unas inmejorables condiciones a la hora de obtener un fruto con los niveles de azúcares óptimos y una sobresaliente salubridad.
En cuanto al comportamiento del mercado, la venta de tinto continúa aguantado el tipo en tiempos de crisis en lo que al embotellado se refiere, consolidando las cifras de negocios de bodegas y cooperativas.
Mismo análisis puede extrapolarse al rosado, donde la entidad rocianera sigue expandiéndose y ganando cotas de mercado.
El problema de fondo sigue focalizado en la cotización de los caldos a granel, donde los efectos de la globalización han sido enormemente perniciosos, hundiendo los precios y comprometiendo la rentabilidad de los productores.
Por si ello fuera poco en este delicado escenario, los impagos han causado estragos y han multiplicado las pérdidas, que en el caso de las cooperativas se carga a la cuenta de resultados de los agricultores.
Ahora los precios parecen que vuelven a escalar, aunque siguen a niveles de hace 20 años, según denuncia el sector.