La virgen del Rosario de Bollullos procesionó el último sábado del mes de octubre, como lleva haciendo desde hace seis años. Una imagen de Castillo Lastrucci, con una fuerte carga devocional en el municipio, cuya procesión se recuperó gracias a la hermandad del Cautivo. Se trata de una de las advocaciones más antiguas y prueba de ello es el trono sobre el que va, de 1864.
La hermandad, de gloria y de penitencia, vive intensamente todo el mes de octubre, donde se celebran los cultos a su advocación del Rosario. Esta salida es el culmen del amplio programa de actos y una forma de hacer hermandad. Son muchos los jóvenes que se animan a ser costaleros de esta imagen, donde aprenden de otros con experiencia y se curten en el oficio.
La virgen salió en torno a las siete de la tarde y recorrió las principales calles del pueblo, con una parada especial en la capilla de Jesús, al que visitó como hace cada año.