La asociación conservacionista WWF ha emitido un listado de las principales amenazas para el entorno natural de Doñana, uno de los humedales más importantes del mundo, que está “cercado por el robo de agua que constituye su mayor amenaza ante la desprotección de España”. Con motivo del Día Mundial de los Humedales –próximo 2 de febrero– la ONG ha señalado entre los principales peligros la sobrexplotación del acuífero y el dragado del Guadalquivir.
La organización alerta de que el acuífero “está en peor estado” que durante la gran sequía de 1995. Para hacer frente a este problema, las autoridades españolas diseñaron en 2014 el Plan Especial de la Corona Forestal de Doñana “que conllevaría el cierre de más de 2.000 hectáreas de cultivos ilegales”. Sin embargo, años después de su aprobación, el plan sigue “sin aplicarse totalmente, mientras la superficie de regadío sigue creciendo”.
Por otro lado, el “faraónico” dragado del Guadalquivir requeriría la excavación de un gran canal de navegación de hasta ocho metros de profundidad en el tramo bajo del río y el ensanche de sus márgenes “para que puedan llegar megacargueros y grandes cruceros hasta la capital andaluza”. Este proyecto fue anulado por el Tribunal Supremo y cuestionado por la Unesco, sin embargo España “se opone” a retirarlo del Plan Hidrológico.
Además, está el proyecto de almacenamiento de Gas en Doñana que, a pesar de que España ha transmitido a la Unesco su intención de cancelarlo, “lo cierto es que no se ha anulado formalmente”. Este proyecto “busca construir un almacén junto al Parque Nacional de Doñana, amenazando este espacio protegido, además de presentar unos elevados riesgos sísmicos que no han sido debidamente evaluados”.
Entre las amenazas según WWF está la autovía entre Huelva y Cádiz. Este proyecto pretende desdoblar una pequeña carretera actual que bordea el parque natural por el norte y luego construir un nuevo y complejo puente sobre el Guadalquivir. Esta obra tendría “un altísimo coste no solo económico sino también ambiental debido a que bordea zonas sensibles y protegidas”.
Por último, se encuentra el “irracional e insostenible trasvase” con una ley que aumenta de 4,99 a 19,99 Hm3 la cantidad de agua que se podrá trasvasar a Doñana. Según cálculos de WWF, si los agricultores se limitasen a regar con los volúmenes autorizados en sus concesiones y se cerrasen las fincas ilegales que no dejan de proliferar en la zona, “no haría falta ampliar el trasvase, ahorrando el coste de la larga lista de infraestructuras que se ha asociado al mismo, y logrando la recuperación del acuífero en un plazo mucho menor”.
La ONG ha recordado que la “salud” de Doñana, y la de otros humedales, depende del estado de los acuíferos de los que se alimentan, y con este objetivo, la normativa europea del agua -la Directiva Marco de Agua- ha sido “clave” como instrumento de control, denuncia y conservación de la naturaleza amenazada.
Sin embargo, esta “ambiciosa normativa” está bajo la lupa, y como parte de este proceso la Comisión Europea abrió una consulta pública hasta el 4 de marzo, donde países como Holanda o Alemania están liderando la batalla para rebajar sus estándares. Con este objetivo, WWF ha puesto en marcha la campaña #ProtegeTuAgua para defender esta normativa, la Directiva Marco de Agua.