La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, se ha reunido con representantes del grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) que están colaborando con el Gobierno andaluz en la elaboración de un informe que “avale la solicitud de modificaciones al Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) que Andalucía ha presentado al Estado para defender a los agricultores y ganaderos de esta tierra”.
Carmen Crespo ha subrayado que el trabajo encargado por la Consejería a la UCO “ayudará a diseñar un nuevo modelo de Pepac que responda en mayor medida a la realidad agronómica de Andalucía y que, por tanto, pueda servir de ejemplo al Ministerio para acometer cambios en la normativa de aplicación nacional”. Para ello, están cooperando con la Junta profesionales de diversos departamentos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la universidad cordobesa entre los que se encuentran el área de Economía y el de Sistemas de Información Geográfica.
Respecto a las alegaciones de Andalucía al Pepac, la consejera ha puesto en valor la unidad de las organizaciones profesionales agrarias (Asaja, COAG y UPA), Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y la Junta, “plasmada en un segundo acuerdo histórico que continúa la senda marcada en la primera parte de las negociaciones de esta nueva PAC, donde ya formamos un frente común para defender los intereses del campo andaluz”. “No es justo que los agricultores y ganaderos de Andalucía, que tanto se esfuerzan para sacar adelante producciones de máxima calidad y sostenibles, pierdan 100 millones de euros al año en este marco”, ha lamentado Crespo.
Entre otras cuestiones, Andalucía reclama que las medidas de flexibilización solicitadas desde la región se apliquen de forma permanente en la Política Agraria Común (PAC). Además, como ha comentado Carmen Crespo, desde esta Comunidad Autónoma se solicita también que se modifiquen las regiones productivas con el fin de “adecuarlas a la realidad de los agricultores y ganaderos de Andalucía, que es la tierra agraria por excelencia”. Respecto a los ecorregímenes, la consejera ha lamentado que se contemple únicamente la pluviometría o la pendiente para su establecimiento y ha apostado por tener en cuenta también “otros parámetros agronómicos como el tipo de suelo, el tamaño de las explotaciones o su productividad”.