Investigadores de la Universidad de Huelva están desarrollando el proyecto ‘Transporte Turístico Urbano Eléctrico Sostenible’ destinado a crear vehículos de propulsión eléctrica a bajo coste. Una idea que favorecerá la movilidad en la Costa de Huelva y el Algarve portugués mediante una energía limpia, especialmente en la época estival, cuando las localidades ubicadas en estas zonas llegan a cuadruplicar o quintuplicar su población estable.
Con esta iniciativa se pretende crear un ecosistema de transporte intraurbano ecológico, ligero y ágil a través del diseño de vehículos con baterías reducidas para autonomías pequeñas, -la suficiente para moverse de los núcleos urbanos y hoteles hasta las playas y viceversa-, y de reducidas dimensiones, por medio de la adaptación de modelos existentes con tracción mecánica, como triciclos y cuadriciclos a pedales, entre otros.
Al mismo tiempo, se instalarán puntos de recarga basados en fuentes de energía renovable, como la eólica y solar. Además, mediante electrolizador, que utiliza energía renovable para producir hidrógeno a partir del agua, y la pila de combustible, que produce electricidad a partir de hidrógeno con vapor de agua como único residuo, se garantizará la recarga del vehículo 24 horas al día durante los 365 días del año sin generar un solo gramo de gases de efecto invernadero.
Esta propuesta está siendo desarrollada por el Grupo de Investigación Control y Robótica (TEP 192) de la Universidad de Huelva. Un equipo que posee unas modernas instalaciones en el Campus de La Rábida, consideradas punteras a escala nacional y de nivel internacional en el ámbito de las redes eléctricas renovables inteligentes, integrando las energías solar y eólica, junto a la producción y almacenamiento de hidrógeno renovable consumido en pilas de combustible de diseño propio.
Esta investigación, que se concibió entre los años 2017 y 2018, comenzará a desarrollarse el próximo mes de septiembre, por lo que sus promotores esperan disponer en 2020 de los primeros vehículos adaptados y el primer punto de recarga para su puesta en marcha.
La Costa de la Luz y el Algarve constituyen dos destinos turísticos de primera magnitud, donde, en 2018, se registraron más de 24 millones de pernoctaciones hoteleras entre ambos destinos, concentradas en más de un 50% entre los meses de junio y septiembre. Cifras a las que habría que sumar las de segunda vivienda y de alquiler estacional.
Unos datos que justifican la realización de este proyecto, puesto que, para sus impulsores, “esta enorme presión de habitantes estacionales genera, entre otros problemas, un incremento muy considerable de desplazamientos intraurbanos hacia zonas de interés turístico, especialmente las playas, lo cual genera múltiples inconvenientes debido a la multiplicación del tráfico, como la merma de la competitividad de las plazas hoteleras que no están a pie de playa; el aumento de la contaminación ambiental (aire, ruidos, olores, etcétera); la degradación de los entornos naturales de gran valor, como son los pinares de pino piñonero, en los que a menudo están concentrados los aparcamientos de acceso a las playas; la disminución de la sensación de confort vacacional para el visitante; o el incremento de la congestión del tráfico general en las urbes, entre otros factores negativos”.
En materia de financiación, la creación de estos vehículos tiene el respaldo de la Unión Europea y de las entidades participantes, una cuestión que José Manuel Andújar considera fundamental, teniendo en cuenta que “los países más influyentes del mundo, los que mejor nivel de vida tienen, son los que más invierten en I+D+I. Véase el ejemplo de Corea del Sur, cuna de LG, Samsung, Hyundai, Kia, Daewoo, etcétera”.