Un año más los vecinos de la aldea de La Venta de las Tablas celebraron su romería en honor a San Juan Bautista. Una tradición que comenzó en los años 80 guisando y comiendo un borrego entre amigos. Un día de convivencia, muy especial, para el que se trabaja mucho, pero con merecida recompensa.
Después de la misa, a mediodía, el santo recorrió las calles de la aldea. La primera parada, la casa de la Hermana Mayor, donde sus amigas la estaban esperando para dedicarle una sevillana. Desde ahí, al resto de las viviendas. Una fiesta importante para Valverde, sobre todo para hacer pueblo.
En definitiva, propios y extraños pasaron un día agradable, en familia o con amigos, en honor a San Juan Bautista.