Santa María de la Purificación, titular de la Parroquia de Manzanilla, ha salido de nuevo a las calles del municipio. Lo ha hecho de una manera íntima y breve, con el objetivo de visitar el cementerio de la localidad para la celebración de la misa por los fieles difuntos.
Ha sido un traslado muy especial, ya que es una imagen poco frecuente, por lo que la Virgen ha lucido un atuendo hebraico, mientras que los fieles rezaban el Santo Rosario. Una estampa para la que se ha tenido que esperar prácticamente un siglo, y algo inédito con la imagen actual, ya que la anterior desapareció en 1936.
Es una forma de impulsar esta devoción que estaba prácticamente desaparecida y que poco a poco va creciendo de nuevo en los corazones de esta localidad del Condado.