Se cumple un mes de confinamiento en casa y las mascarillas quirúrgicas y los geles hidroalcohólicos siguen siendo los productos más demandados por la ciudadanía, con el fin de prevenirnos ante el contagio por la pandemia del COVID-19. Las unidades que van llegando a los establecimientos se agotan con facilidad, aunque los farmacéuticos defienden una venta responsable. El farmacéutico Pepe Prieto asegura que «los farmacéuticos no estamos haciendo negocio con ellas, sino todo lo contrario. Las últimas mascarillas que conseguimos, se han vendido tres unidades, como máximo por persona, con el fin de no agotar tan pronto las existencias y de llegar a más personas».
No obstante, más allá de mascarillas de protección facial, para aquellos que tengan que salir de casa por razones evidentes, reivindican las medidas de seguridad entre la ciudadanía como cumplir con la distancia de seguridad acordada, y salir de casa lo menos posible, para evitar los contagios.
Por otro lado, en estos momentos, las farmacias son también quienes actúan en primera línea de batalla contra la violencia de género, que se acentúa en los hogares en momentos de confinamiento como éste. En este sentido, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha acordado junto al Gobierno central el código Mascarilla-19. Se trata de algo tan sencillo como ir a la farmacia y pedir una «Mascarilla 19». A partir de ahí, el personal de la farmacia ya sabe lo que tiene que hacer.
Se trata de aprovechar la red de farmacias existente y, sobre todo su cercanía, tanto física como emocional, para luchar también, contra esta lacra social. Cabe recordar que los cuerpos y fuerzas de seguridad, los juzgados especiales de violencia contra las mujeres y los centros de acogida están activos durante el estado de alarma. Sólo así, unidos, venceremos a estas dos pandemias.