El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, ha visitado hoy el Parque Botánico José Celestino Mutis, en el que se han finalizado diversas actuaciones de mejora y renovación. Durante la visita ha recorrido los diferentes espacios que componen el parque en el que destaca el nuevo invernadero que ha sido totalmente reconstruido. La intervención también ha contemplado actuaciones de reforma: en el ‘circuito del agua’ y los vallados del parque.
“Con esta obra culminamos el gran objetivo del proyecto de Remodelación Integral de La Rábida, el de convertir este espacio histórico en un gran atractivo turístico sin perder su esencia colombina”, ha subrayado el presidente de la Diputación. Unas obras que han contado con una inversión total de 9 millones de euros en el marco de los programas Forum y 1% Cultural del Ministerio de Fomento. (La inversión de la Diputación ha sido del 20% en el programa Forum y del 25% en el programa 1% cultural).
La actuación objeto de la visita ha contado con una inversión de 950.000 euros y se ha dividido en 3 proyectos: la sustitución del antiguo vallado por una nueva de la valla perimetral del parque; la mejora de los circuitos de agua y de las cascadas en el interior del espacio y la sustitución del antiguo invernadero por uno nuevo.
“Con esta actuación hemos dado respuesta a las nuevas necesidades del Parque Botánico con un lenguaje moderno y sostenible, como líneas fundamentales del proyecto”, ha asegurado Caraballo. La Rábida es hoy un espacio “mejor, más bonito, más amable, más moderno, más orientado al peatón y al turismo”, ha señalado Caraballo.
El Invernadero es el gran protagonista del nuevo parque. La antigua estructura de cristal, que se encontraba muy deteriorada, ha sido sustituida por una gran cubierta policarbonada, que permite la máxima entrada de luz. Construido en 1991, se encontraba en un estado de oxidación y corrosión que hacían inviable su reparación, por lo que tuvo que ser demolido y construido de nuevo.
La estructura interior es de acero inoxidable, se ha empleado 57.717 Kg. de este material. Con esta solución se asegura un mantenimiento prácticamente nulo con una mayor protección ante la corrosión.
Se ha ampliado la superficie incluida en el invernadero, que ha pasado de unos 450 metros cuadrados a 2.300 metros cuadrados, ya que la lámina de agua que rodeaba el antiguo invernadero (con cerca de 2.000 m2) ha quedado incluida dentro de la nueva construcción.
La piel del invernadero está formada por placas de policarbonato de altas prestaciones alternando el color blanco para el cerramiento lateral y el verde para la parte central de la cubierta consiguiendo de esta forma un juego de luces en el interior, jugando un papel muy importante las transparencias y la relación exterior – interior.
Para la ventilación se ha proyectado un sistema automático de apertura de ventanas, que permiten recircular el aire necesario para crear el microclima que requiere la subsistencia de las especies arbóreas.
Todos los espacios están proyectados de tal manera que sean accesibles a personas con movilidad reducida.
El presupuesto final de ejecución ha sido de 702.113,67 euros y en los días en los que se ha trabajado en actividades simultáneas, especialmente durante el montaje de la estructura metálica y el policarbonato, han intervenido 25 personas.
El exterior del invernadero, en su fachada sur, conforma con la Plaza del Paseo Estero Domingo Rubio un espacio escénico al aire libre. Se posibilita además proyectar imágenes en la piel del edificio a la vez que puede ser telón de fondo para actuación artística.
La reforma del ‘circuito del agua’ ha consistido en la reparación de los canales de hormigón armado que lo componen, que presentaban síntomas de envejecimiento y distintos deterioros, fisuras, pérdida de masa debido a que desde su inauguración, en 1.991, no se había realizado en él ningún tipo de reparación integral. El presupuesto final de ejecución ha sido de 30.813,22 euros. La intervención en este caso ha consistido en la impermeabilización de los circuitos, con técnicas constructivas para el correcto funcionamiento.
En cuanto al sistema de vallado y delimitación del parque se ha sustituido la valla de alambre convencional antigua, aportando una imagen más acorde y moderna fundiéndose con el entorno.