Las ventas en los chiringuitos de la costa de Huelva han descendido un 50 por ciento en el mes de julio respecto al mismo periodo del año pasado debido a la recesión en el consumo por la crisis económica y por las suaves temperaturas y el fuerte viento registrados en este primera etapa del verano.
Así lo ha puesto de manifiesto en declaraciones a Europa Press el presidente provincial de la Asociación de Chiringuitos, Juan Díaz, quien ha remarcado que el sector atraviesa una ‘situación muy complicada’ por la escasez de ventas en los establecimientos.
De este modo, ha remarcado que el mayor aumento del consumo se registra durante los fines de semana, ya que acuden más bañistas a las playas, pero pese a esta mayor afluencia, ‘las ventas han bajado entre un 30 y un 40 por ciento’ respecto al verano pasado.
‘La gente va a la playa pero no se anima a consumir’, ha lamentado Díaz, que ha hecho hincapié en el efecto negativo para el sector que han tenido las fuertes rachas de viento y las bajas temperaturas, que ‘hacen que la ciudadanía se quede más en casa y que el tener menos calor, consuma menos’.
De este modo, ha asegurado que la única vía es ‘aguantar como se pueda’ esta coyuntura a la espera de que el mes de agosto y septiembre ‘ayuden a remontar las escasas ventas de julio’. ‘Si la gente está cómoda en su casa, los negocios no tienen actividad’, ha agregado.
Asimismo, el presidente provincial de la Asociación de Chiringuitos ha incidido en los efectos que el bajo consumo tiene en el empleo en el sector, ya que aunque se trate de una contratación temporal, ‘se dan puestos de trabajo, pero si antes incluso había personal para los días entre semana, ahora todo se centra en los fines de semana’.
En este sentido, Díaz ha alertado de que esta situación es extrapolable también a los establecimientos del interior, ya que ‘todo el sector de la hostelería se está viendo afectado y podría provocar el cierre de bares en invierno’.