Por Lepe sigue con resaca emocional tras lo acontecido en los últimos días entre la localidad costera y la capital onubense con motivo de la participación de su patrona, la Virgen de la Bella, en la procesión Magna Mariana este sábado 20 de septiembre.
La Iglesia del Calvario se convertía en el hogar de la Bella desde el pasado 18 de septiembre, acogiendo a fieles y devotos que se emplazaban en dicho templo para venerarla hasta altas horas de la madrugada.
Emociones a flor de piel durante la procesión, siendo la última de las 24 imágenes que efectuaba su entrada. A pesar del cansancio,a las 10:30 horas de la mañana del domingo las calles aledañas al Calvario eran ocupadas por una marea de personas que esperaban su regreso.
Una vuelta histórica, que comenzaba con una procesión populosa hasta llegar al Puerto de Huelva, donde la Virgen de la Bella era ubicada en su cajón y embarcada en un barco pesquero de la familia lepera Gómez Santana, encargados de portarla hasta el Muelle de El Terrón.
En este lugar tan simbólico donde la Virgen fue hallada según la leyenda, una muchedumbre se sumaba a su marcha sobre su carreta de plata, pasando por el Recinto Romero hasta llegar a Lepe.
En la ciudad, los vecinos de las calles Pablo VI, Monjas, Portugal y Juan Santana la esperaban ansiosos siendo la primera vez que la patrona de los leperos realizaría este recorrido.
Una jornada histórica que culminaba con la entrada de la Virgen de la Bella en la Parroquia Santo Domingo de Guzmán sobre las 23:00 horas, regalando al pueblo de Lepe y a toda la capital las emociones y vivencias que un lepero por regla vive un año en torno a ella, en tan solo 3 días.
Imágenes que quedarán para la posteridad, y que cierran un nuevo capítulo de la historia entre Lepe y su Bella.
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