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Zarzuelas como ‘Los Gavilanes’, ‘Katiuska, la mujer rusa’, ‘La Revoltosa’ de Ruperto Chapí, y ‘Gigantes y Cabezudos’, de Manuel Fernández Caballero fueron algunas de las piezas que se oyeron anoche en el Teatro Puerta del Andévalo.
El lugar acogía la octava gala lírica de la Escuela Municipal de Canto, el espectáculo con el que cada año clausuran su curso académico y que este año llevaba por título ‘Pietá’. Un nombre extraído de la ópera ‘Moises en Egipto’, de Rossini, en concreto de la plegaria de Moisés donde esa palabra se repite constantemente.
Precisamente esta obra sirvió de contexto histórico para un espectáculo en el que jugó un importante papel la puesta en escena. De esta manera, los asistentes pudieron disfrutar de la escenificación de la apertura de las aguas del Mar Rojo, entre una gran tormenta.
Ópera, Zarzuela y otras piezas vocales constituyeron el principal repertorio de esta gala lírica que pone fin al curso académico de la Escuela Municipal de Canto y que este año alcanzaba su octava edición.
Tampoco faltó en la cita de ayer el homenaje de la Escuela al 75 aniversario de la patrona, la Virgen del Reposo. Por ello, de salve de la ‘Gigantes y Cabezudos’ de Manuel Fernández Caballero, una pieza de gran belleza y dificultad.
