La implicación en la lucha contra el cáncer de piel en la provincia de Huelva, es toda una realidad. Las Unidades de Dermatología de los Hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena apuestan de nuevo por la prevención y la detección precoz, de este tipo de enfermedad; por ello y de manera consecutiva, un año más se unen a la campaña Euromelanoma 2019, que impulsa la Asociación Española de Dermatología y Venearología, y que tiene como objetivo principal, concienciar a la población sobre la importancia del cáncer de piel, que está considerado el más frecuente de todos y que presenta un pronóstico mucho más favorable si se detecta a tiempo.
Con esta intención, los profesionales de Dermatología de ambos hospitales van a dedicar durante la próxima semana varias de sus consultas de forma específica a la atención de este tipo de tumores, a las que se puede acudir directamente por parte de la población con cita previa, si se sospecha de algún lunar o mancha en la piel, con el fin de detectar de forma prematura si se trata de una lesión precancerosa o sospechosa de malignidad.
Si bien la intención de esta campaña a nivel europea es informativa y de sensibilización, ya que en el 80% de los casos la aparición de estos tumores está directamente relacionada con la exposición excesiva al sol, desde los centros hospitalarios de Huelva se abrirán de forma monográfica para este fin varias consultas los días 24 y 26 de junio por la mañana en el Hospital Infanta Elena, los días 25 por la mañana, y 26 y 27 en horario de tarde en el Hospital Juan Ramón Jiménez y el día 25 por la mañana en el Centro Periférico de Especialidades Virgen de la Cinta. La cita debe solicitarse directamente en la web: euromelanoma.aedv.es o a través del teléfono 91 543 45 35.
Con el mensaje “La lucha contra el cáncer de piel comienza en tu cabeza”, se ha puesto en marcha este año la campaña de prevención del melanoma y del resto de tumores de la piel, a la que se suman especialistas de más de 33 países, que este año ha querido dedicarse a dos líneas de trabajo y colectivos muy importantes, por un lado fomentar la vigilancia en el sector de la población en el que siguen aumentando los fallecimientos, como es la población adulta y anciana, que suele ser la que menos atención presta a su piel y, por otro, la importancia de la prevención en los niños y jóvenes, ya que en muchos de ellos todavía no se ha producido el daño cutáneo y se puede evitar con una adecuada protección.
Los dermatólogos vuelven a lanzar así un mensaje de precaución a la hora de exponerse al sol, cuyo abuso puede tener consecuencias muy graves sobre la salud de la piel para toda la vida. No hay que olvidar que una sola quemadura solar en la que se produzca una ampolla en un bebé puede multiplicar por dos el riesgo de sufrir un melanoma en la vida adulta, que está considerado el tumor de piel más peligroso y el responsable del 90% de los fallecimientos por esta patología.
Autoexplorarse y revisar los lunares de la piel con el fin de detectar, desde un primer momento, la aparición de lesiones sospechosas de malignidad se convierte, por lo tanto, en una sana costumbre que los especialistas aconsejan realizar de manera frecuente y, si es necesario, con la ayuda de otra persona o con un espejo y una cámara fotográfica para revisar aquellas zonas menos visibles, como la espalda. Consultar al médico de familia en caso de sospecha, se convierte así en una decisión que facilitaría el abordaje del tumor en estadíos precoces evitando la aparición de metástasis.
Precisamente para ayudar a la población a detectar esos cambios en la piel que pueden dar lugar a una sospecha fundada, los profesionales aconsejan el método ABCDE desarrollado por dermatólogos: Asimetría, cuando el contorno de la lesión o lunar de una mitad no es igual al otro; Bordes, en el caso de que muestren un aspecto desigual, borroso o irregular; Color, si presentan distintas tonalidades y no muestra un tono uniforme; Diámetro, cuando superan los 6 milímetros de ancho, y Evolución, si se aprecian cambios en la fisonomía del mismo. En estos casos, es importante acudir a su médico de familia, que evaluará la lesión y le derivará al especialista para su valoración y tratamiento.
También supone una señal de alarma la persistencia de una herida que no cicatriza, la propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante, el enrojecimiento o inflamación más allá del borde, la aparición de comezón, sensibilidad o dolor asociado al lunar o descamación, exudación o sangrado, así como la detección de una protuberancia en la superficie de lesión.