Como toda buena cena, la de Nochebuena, siempre debe ir acompañada de los postres. Y qué mejor postre que el dulce, porque como bien dice el refrán ‘a nadie le amarga un dulce’.
Tartas, flanes, palitos de nata, pero sobre todo, mantecados se convierten cada año en uno de los platos estrella de las mesas españolas. Tradición hecha manjar que muestra la identidad del Condado.
Una navidad a la que no afecta la crisis y que hace que el sector de la repostería viva sus días de gloria en estos días.
Apenas restan unas horas para la gran cena de Nochebuena y las cocinas están que echan humo. Estrés y prisas de última hora para que todo salga según lo previsto. Desde las vajillas, hasta el mantel, pasando por la decoración. Los dulces también son protagonistas estos días