La familia del ayamontino Rafael Paulete Aguilera, desaparecido en el año 2010, recibió sus restos mortales este miércoles, trece meses después de que su cadáver fuese hallado.
Los restos llegaron sobre las tres de la tarde al tanatorio de Ayamonte, hasta el que acudieron numerosas personas, entre familiares y allegados, tras lo que se llevó a cabo el entierro en el cementerio de la localidad y donde se le pudo dar, al fin, el último adiós.
El cuerpo sin vida de este hombre, que tenía 37 años de edad cuando desapareció, fue hallado en avanzado estado de descomposición en junio de 2015 en una arqueta en Villablanca.
Para la identificación del cadáver fue necesaria la colaboración, además del médico forense, de un antropólogo.
Paulete Aguilera desapareció en extrañas circunstancias y sin causa aparente el 17 de febrero de 2010, sobre las 18:00, cuando iba camino de su trabajo, hacia Portugal.
En octubre de 2012, se conoció que un joven que alertó a la familia de su desaparición apareció muerto en un camino cerca de Ayamonte, con un disparo en el pecho.
Diversas informaciones apuntaron entonces que dicho fallecido estaba vinculado a uno de los narcos que operan en el sur de Andalucía, actualmente buscado por las fuerzas de seguridad, y que responde al apodo de Ferramache.
Pocos días después de la desaparición de Rafael Paulete, su familia fue también víctima de un engaño, ya que pagó 30.000 euros a un falso secuestrador en la localidad lusa de Montegordo. El presunto estafador acudió a la cita a cara descubierta, según contó entonces la madre del fallecido, Esperanza Aguilera. Éste les dijo que “una vez que su jefe contara el dinero enviaría a mi hijo a casa en un taxi”. Estuvieron esperando toda la noche, pero no apareció.
El falso secuestrador. J.C., vecino de Málaga, fue detenido el 11 de julio de 2011 por la Policía Nacional en Sanlúcar de Guadiana y declaró como imputado en el caso de la desaparición de Paulete. Tras su detención y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Ayamonte, el detenido quedó en libertad por un delito de estafa.