Tras una ímtima y familiar misa de romero, los rocieros iliplenses han partido camino a la Aldea de El rocío.
Caballistas, peregrinos y junta directiva, han recorrido las calles del municipio, previo paso por la casa consistorial, la casa de cultura y el monumento de la roca, situado frente al amurallado del castillo local.
La Alcaldesa del municipio y la Hermandad de los Dolores han hecho entrega de sendos obsequios florales, destacando, además, el cante que han regalado los escolares del centro San Walabonso al paso del simpecado.
Una edición, la del 2016, muy especial para los vecinos del municipio onubense, al sumar 25 los cumpleaños de la hermandad.