Aceite, cáscara de limón, canela, matalauva, agua, leche, azúcar, harina y un poco de pan frito o chicharrones. Así celebran los manzanilleros el particular día de San Blas.
Un sabor a tradición, es el que dejan las afamadas poleás, que persiguen extenderse generación tras generación, partiendo de la fecha del pasado 3 de febrero.
Manzanilla tiene claro que, para curar la garganta, el mejor remedio son unas ricas y templadas poleás.