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Los 17 despedidos por el Ayuntamiento de Valverde del Camino dos meses después de tomar posesión como alcaldesa Loles López acaban de cobrar todo lo que les debía el Consistorio. Diez años después de sus despidos, la suma que se ha visto obligada a pagar el Ayuntamiento ha sido de 837.343,29 euros. La tardanza, además, en abonar lo que dictaba la justicia ha incrementado en varios miles de euros los intereses que ha tenido que pagar el propio Ayuntamiento.
La que fuera alcaldesa de Valverde, Loles López, y el portavoz en esos momentos del equipo de Gobierno, Manuel Cayuela, indicaban continuamente que los despidos no eran “políticos”, sino que obedecían a la situación económica del Ayuntamiento. No obstante, pese a argumentar que “los despidos eran una necesidad”, el gasto en personal en ningún momento se redujo con respecto a 2011; ya que aumentó al año siguiente en 112 mil euros; tal y como reflejan las liquidaciones que aparecen en los Presupuestos Municipales de 2012 y 2013, ambos redactados por el equipo de Gobierno del Partido Popular.
También, al año siguiente de los despidos, 11 de los 17 puestos de trabajo ya se habían cubierto, ya que la plantilla de 2011 era de 124 laborales y funcionarios, y la de 2012 era de 118. La plantilla en 2013 ya superó a la de 2011 en 4 trabajadores, y llegó a los 128 pese a los 17 que habían sido despedidos.
El equipo de Gobierno inició en agosto de 2011 un proceso de despidos consciente del colapso en el que estaba sumido el Ayuntamiento y de la obligatoriedad de tener que abonar unas indemnizaciones muy costosas. De hecho, dos de ellas superan los 100 mil euros y una los roza. El resto oscila entre los 3.900 y los 87 mil euros.
La actual alcaldesa de Valverde, Syra Senra, ha lamentado que “el Ayuntamiento haya tardado 10 años en pagarle a los despedidos y ha señalado que “es una absoluta injustica la que se cometió con ellos”; y demuestra la tremenda irresponsabilidad de un equipo de Gobierno, el del PP, que se dejó llevar por motivaciones muy ajenas a los intereses de su pueblo”.
Syra Senra ha tachado de “una auténtica vergüenza que no se les pagara tal y como ordenó la justicia; primero por cada familia afectada; y segundo porque cada día de impago que pasaba aumentaba la deuda con ellos y subían los intereses”.
