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El salón de actos del Ayuntamiento de Moguer fue escenario en la pasada semana del acto de entrega del V Certamen Nacional de Relatos Cortos Zenobia, convocado por el Consistorio local y la Universidad de Huelva, para rendir homenaje a la que fuera estrecha colaboradora y fuente de inspiración permanente para el poeta moguereño Juan Ramón Jiménez.
En esta quinta edición, a la que han concurrido más de 800 obras procedentes de casi todos los países de habla hispana, el premio ha recaído en el escritor Julio Alejandre Calviño, que por motivos personales no ha podido recoger este importante galardón, dotado con 1.500 euros y la publicación de la obra ‘El Vía Crucis’, en una colección cada año más valorada y reconocida entre la comunidad literatura. Este madrileño, maestro de profesión, ha agradecido un reconocimiento público que premia su gusto por la narrativa y su buen hacer en esta difícil, pero gratificante tarea de escribir.
El acto estuvo presidido por la edil de Cultura Leticia Reyes, la Vicerrectora de Formación Permanente e Innovación de la Onubense, Carmen Fonseca y el presidente del jurado del Certamen, Paco Huelva. La concejala moguereña ha destacado en su intervención la importancia que Zenobia, una mujer luchadora con un gran perfil literario, tuvo en la vida y en la obra del Andaluz Universal, hasta el punto de haber desempeñado un papel decisivo como impulsora de la candidatura de Juan Ramón Jiménez al Nobel.
Previo a la entrega oficial del galardón se dio lectura al acta del jurado con el nombre de la obra ganadora, ‘El Vía Crucis’, un relato que, en palabras del autor “nos presenta el camino de regreso de Elpidio a su tierra, en una primera persona ubicua e inconcreta. Mezcla voces, personas y situaciones que no son de un mismo presente y con ellas teje una historia antigua y actual. ¿Es él quien anda el camino o es el camino quien lo anda a él?”.
Con esta historia Julio Alejandre Calviño, que reside actualmente en Extremadura, logró el reconocimiento del jurado de este Certamen, que cada año despierta el interés de un mayor número de escritores, lo que hace especialmente complicado el fallo final.
Para dar un mayor protagonismo a la obra ganadora, la organización repartió entre los numerosos asistentes un ejemplar, que ya forma parte de la colección ‘Zenobia’, en la que se encuentran recogidos todos los relatos premiados con anterioridad.
El broche final a este acto de entrega lo puso de forma brillante el Grupo de Cámara del Liceo Municipal de la Música de Moguer, que contribuyó a realzar un evento de gran calado en la localidad.
