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Como cada último fin de semana de mayo, Niebla ha celebrado una de las fiestas más familiares de cuantas se celebran en la localidad: la romería en honor a la patrona de la localidad, la Virgen del Pino. Son tres días de convivencia en los que los iliplenses se trasladan al paraje conocido como Lavapiés.
El viernes, la hermana mayor era recibida en la Parroquia de Santa María de la Granada por la Junta Directiva de la hermandad de la Virgen del Pino. Tras la subida del simpecado a la carreta, comenzaba un desfile por la localidad: a caballo, andando, en charrés o carros. Un desfile que llevaría a los iliplenses a encontrarse con su patrona tras casi un año de espera.
Una vez en Arroyo de Lavapiés, los romeros llevaron a cabo, en la segunda jornada de las fiestas patronales, la tradicional ofrenda floral a la patrona.
El domingo la cita de nuevo fue en la plaza de la ermita. Misa de romeros a cargo del párroco de la localidad, que dio paso al presidente de la hermandad, que anunciaba quién sería la hermana mayor del 2016: Manoli Romero.
El fin de semana terminaba con el regreso del Simpecado a Niebla. Los iliplenses abandonaban ayer la romería y emprendían el camino de vuelta a casa, con la sensación de un fin de semana inigualable.
Un fin de semana intenso y emotivo que los devotos de la Virgen del Pino han vivido durante estos días en honor a su Patrona.
