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La localidad de Niebla comienza a despertar de su letargo. Una pausa que ha durado casi tres años. La señal de la colocación de los palos es inequívoca, lo que significa que la llegada de sus fiestas patronales está a la vuelta de la esquina.
Unas fiestas llenas de actos, actividades lúdicas, convivencia en las casetas y cultos religiosos a la patrona, la Virgen del Pino. Pero también de algo tradicional y significativo para la población: sus capeas.
Unas capeas que tendrán su epicentro en la Monumental del Condado de Niebla, pero que también tiene sus momentos -tensos pero divertidos- previamente, por las calles llenas de esos palos que se están colocando en estos días en unos encierros organizados para el disfrute de todos.
De esta manera, los iliplenses comienzan su cuenta atrás para unos días muy especiales, pero también, muy esperados para todos sus vecinos.
