El Condado abría paso a la Semana Santa ayer, Viernes Dolores, con procesiones en Niebla y Villarrasa.
Al sonido de las nueve campanadas, el Cristo de la Buena Muerte asomaba por las puertas de la Iglesia parroquial Santa María de la Granada en Niebla. En la plaza de Santa María, los vecinos esperaban este viacrucis que forma parte ya de una vieja tradición iliplense. En su camino hacia las catorce estaciones, al Cristo le acompañaron representantes de todas las hermandades del municipio y de los cantos corales de los fieles. Su paso por la muralla almohade ha vuelto a dejar imágenes que a modo de postales permanecerán en la retina de los que le acompañaron hasta su última parada, frente a la actual Casa de la Cultura.
En Villarrasa ha sido la Hermandad del Nazareno la encargada de dar comienzo a la semana grande. Una procesión encabezada por el Cristo de Nuestro Padre Jesús Nazareno que, al sonido de la marcha procesional “Padre Jesús”, dejaba detrás la Iglesia de San Vicente Mártir. Le seguía Nuestra Señora de los Dolores que salía con el himno nacional y dejaba por unas horas su templo con la marcha “Amargura”. Desde que dieron las 22 horas, se hizo Semana Santa también en Villarrasa.