Hay personas que se desviven y que, más que un hobby, su dedicación a las hermandades se convierte en un modo de vida y una auténtica forma de vivir la fe. Éste ha sido el caso de Antonio Juan Fernández, quien durante ocho años ha presidido la Hermandad Sacramental del Nazareno de Manzanilla.
Un período en el que esta corporación ha logrado importantes hitos para engrandecer la Semana Santa de la localidad, como la culminación de las imágenes del misterio de la Borriquita, el inicio del bordado del palio de la Soledad o los trámites iniciales para la construcción de la casa de hermandad.
Por ello, sus compañeros de Junta, así como el consistorio manzanillero, han querido hacer un homenaje para agradecer estos años de servicio a la Hermandad.
Antonio Juan lo ha dicho claro: sólo es un respiro, necesario y obligado por la normativa, pero no es un adiós, sino un hasta luego, y ha mostrado su intención de seguir ayudando en todo lo que sea necesario para seguir haciendo grande la Semana Santa en la localidad manzanillera.