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Acompañada de familiares y amigos la moguereña Pilar Vázquez presentó el pasado viernes en el teatro Felipe Godínez su primer trabajo literario, ‘Brisa de Primavera’, una obra en verso que aboga por la paz y por la construcción de un mundo mejor, que nos muestra la sensibilidad creativa de esta enamorada de las letras.
La autora estuvo arropada en esta puesta de largo por la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Moguer Leticia Reyes y por Rafael Redondo, encargado de dar lectura al prólogo de la moguereña Rosario Paniagua.
Este cuaderno poético ha sido editado por la Fundación Municipal de Cultura, que sigue apostando por proyectar la esencia cultural y artística de una tierra ligada con mayúscula al mundo de las letras, gracias a ese indisoluble binomio que forman Moguer y su Premio Nobel Juan Ramón Jiménez, una figura que ha marcado a esta ilusionada escritora, que se adentró en el universo de la creación poética leyendo al Andaluz Universal.
La esencia creativa de Pilar Vázquez sale a la luz por primera vez en solitario, antes había colaborado en distintas publicaciones, con este libro de pequeño formato que tiene alma del sur, como así asegura la prologuista Rosario Paniagua, una profesora de literatura afincada en Madrid, que añora y vive a Moguer desde la distancia.
Veinticinco poemas llenan de contenido, de emoción y sentimientos esta ‘Brisa de Primavera’, en la que también está presente Moguer, su Moguer, ese pueblo blanco al que está unida emocional y profesionalmente, y al que ha querido dedicar un espacio a través de poemas que resaltan por un lado la figura de Zenobia, una excepcional mujer que se convirtió en musa y esposa del poeta moguereño, y por otro la del inseparable compañero de Juan Ramón Jiménez, su tierno burrillo Platero.
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