El fin de año se ha adelantado unas horas en Niebla.
Una plaza de Santa María a rebosar esperaba con ansia un momento que ya se ha convertido en una tradición iliplense: las precampanadas.
Con nervios e ilusión, los iliplenses prepararon las uvas para, a los sones de las 12 campanadas poner un pie en el año que empieza y despedirse por todo lo alto del 2024 que nos deja.
Y, como broche final a las precampanadas, una fiesta con dj para arrancar el Año Nuevo bailando y una barra con bebida y comida a cargo de la Hermandad del Rocío de la localidad.
Las uvas de la suerte se comen dos veces en Niebla, para arrancar un año 2025 cargado de salud y amor para todos.