La flota de cerco que faena en el Golfo de Cádiz cumplirá la próxima semana su primer mes de parada biológica con la finalidad de permitir la recuperación del caladero.
Dicho amarre forzoso afecta a 84 embarcaciones con base en los puertos de Isla Cristina, Punta Umbría y algunos gaditanos.
Esta medida ha enviado al paro a unas 1.800 personas, aunque de forma indirecta también afecta a una importante cifra de trabajadores de sectores auxiliares.
Desde el sector se acoge con resignación este paro, que concluirá el último día del próximo mes de enero.
Mientras tanto, estos días sigue faenando con normalidad el sector dedicado a la captura de la chirla. Para fomentar su consumo, la Junta lleva a cabo estos días una campaña publicitaria.
Dicho colectivo reanudó su actividad el pasado 1 de octubre tras un periodo de inactividad que provocó la protesta de los afectados, que señalaron que no querían las ayudas que anunció la Junta sino trabajar.