Los centros de salud de Punta Umbría y Gibraleón, pertenecientes a los Distritos de Atención Primaria Huelva-Costa y Condado-Campiña del Servicio Andaluz de Salud (SAS), participan junto con la Facultad de Enfermería de la Universidad de Huelva en el proyecto Dendrite, una ambiciosa iniciativa de investigación a nivel nacional que persigue prevenir e identificar precozmente el deterioro cognitivo en población adulta y potenciar con ello un envejecimiento saludable.
En concreto, el objetivo principal es generar modelos predictivos que permitan diagnosticar esta afección en su fase preclínica en pacientes sanos de 55 a 70 años de edad, así como aplicar a la vez de manera efectiva estrategias de medicina personalizada de precisión para abordarla en el ámbito de la atención primaria.
Los profesionales onubenses, tanto del SAS como la UHU, son los únicos representantes de Andalucía en este estudio multicéntrico, que se está llevando a cabo en seis comunidades autónomas (las otras son Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y País Vasco) y siete localizaciones geográficas (además de nuestra provincia, Albacete, Barcelona, Lleida, Alicante, Madrid y Vizcaya). De los 1.050 pacientes seleccionados aleatoriamente en el territorio nacional, 100 son de Punta Umbría y 50 de Gibraleón.
El trabajo consiste en un estudio observacional, no intervencionista, en el que se miden variables clínicas (antecedentes personales y familiares, factores socioculturales, hábitos de vida, nivel cognitivo basal y percepción de salud), variables asistenciales (velocidad de la marcha, actividad física y fluidez y contenido del habla), y variables analíticas bioquímicas y genómicas.
La metodología incluye un periodo basal de recogida de datos y otro a los 16 meses para determinar la modificación de las variables predictoras y la repercusión en el estado cognitivo de la población muestral. Con vistas al procesamiento de dichos datos se cuenta con el uso de inteligencia artificial enfocada a la evaluación de los cambios en las grabaciones del habla realizadas y en la actividad física de los sujetos que se monitoriza a través de una app en su teléfono móvil, además de disponer del apoyo de un laboratorio centralizado en Madrid, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, donde se envían las muestras procesadas.
El estudio, cuyos primeros resultados se espera que estén listos a finales del próximo año, se fundamenta en la medicina personalizada de precisión, un proceso asistencial que integra todos los datos posibles de una persona (clínicos, genéticos, socioeconómicos, exposición ambiental, hábitos de vida y otros), con la finalidad de obtener información más precisa y tomar mejores decisiones sobre su salud.
Además del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a través del Instituto de Salud Carlos III, esta investigación cuenta con el respaldo de los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas y la Universidad Complutense de Madrid, entre otras instituciones públicas, así como la financiación de la Unión Europea mediante fondos Next Generation.
Entre las pruebas que se efectúan a los usuarios seleccionados se encuentran una analítica de sangre para detectar biomarcadores tempranos, la evaluación de patrones de movimiento y equilibrio, recogida integral de información personal (datos sociodemográficos) y médica, monitoreo continuo mediante sensores y cuestionarios a través de la aplicación móvil EB2 y participación en sesiones cualitativas moderadas.
En lo referente a los objetivos específicos a alcanzar, de forma más detallada son: la identificación de los factores asociados con deterioro cognitivo leve en población de 55-70 años sin diagnóstico previo, con especial atención a aquellos que se recogen sistemáticamente en las historias clínicas de atención primaria y los recogidos en el punto de atención por biosensores; análisis de la influencia del contexto social, los hábitos de vida y los comportamientos saludables en la aparición del deterioro cognitivo; validar el empleo del análisis de la voz en sus aspectos acústicos y de lenguaje como biomarcador no intrusivo y ecológico del deterioro cognitivo; explorar las vivencias, experiencias y percepción social de riesgo de la población participante en relación con el deterioro cognitivo y la demencia y su vínculo con los determinantes sociales de la salud, por medio del análisis cualitativo de la población en sus distintas dimensiones (discursos, sociobioestrato, localización geográfica, etc.); validar marcadores genéticos y proteómicos (autoanticuerpos y proteínas) como dianas de deterioro cognitivo preclínico de neurodegeneración y enfermedad de Alzheimer utilizando muestras sanguíneas y validación por biomarcadores, e integrar datos provenientes de múltiples fuentes de información para la detección precoz de deterioro cognitivo utilizando modelos probabilísticos de datos multivista.