La diputada del Área de Bienestar Social de la Diputación de Huelva, Rocío Cárdenas, ha presentado los resultados del programa de Prevención de Conductas de Riesgo en la Adolescencia, desarrollado el año pasado en 15 municipios desde los Servicios Sociales Comunitarios de las Zonas de Trabajo Social de Diputación, en colaboración con las familias, los Ayuntamientos y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Estos municipios son: Puebla de Guzmán Paterna, Villalba, Gibraleón, Aljaraque, Cartaya, Cortegana, Aroche, Cumbres Mayores, Riotinto, Villanueva de los Castillejos, Rociana, Zalamea, Aracena y Nerva.
Según Rocío Cárdenas todos los adolescentes atendidos durante el pasado año “han mejorado su comportamiento a nivel personal, académico, familiar y social; por lo que han bajado significativamente los partes de incidencias y expulsiones, el índice de absentismo y se han mejorado las relaciones conflictivas en sus casas”.
Para la diputada de Bienestar Social estos buenos resultados “nos indican que debemos seguir profundizando en esta línea de trabajo preventiva, ya que la adolescencia es una etapa decisiva en el desarrollo y la consolidación de la personalidad del individuo”.
Según los datos aportados por Rocío Cárdenas el total de adolescentes atendidos durante 2013 fueron de 410, con edades comprendidas, fundamentalmente, entre los 13 y 14 años. La mayoría de los talleres en los que se desarrolló el programa se realizaron en aulas y dependencias de los IES en horario lectivo, y en los cursos de primero a tercero. La gran mayoría de las veces se realizaron en sesiones de una a tres veces por semana o diarios, y en la totalidad de los proyectos intervinieron orientadores y tutores así como uno o dos técnicos de los Servicios Sociales Comunitarios. Durante el año 2013 los talleres que más se desarrollaron fueron los de desarrollo personal, seguidos de los ocupacionales y los de formación académica básica y diseño curricular. Los menos frecuentes, los de convivencia alternativa y educación en valores.
El Programa de Prevención de Conductas de Riesgo en la Adolescencia tiene como objetivo prevenir y tratar situaciones de desajustes de los adolescentes a nivel personal, académico, familiar y social. Según Rocío Cárdenas, los adolescentes destinatarios de estos programas tienen “un perfil determinado de dificultades afectivas, emocionales y académicas; conductas desadactivas en la escuela y en la sociedad; y dificultades en el ámbito familiar”.
A pesar de ello, la diputada de Bienestar Social ha explicado que también en este programa tienen cabida adolescentes sin ninguna característica de riesgo, “ya que uno de nuestros objetivos fundamentales es la prevención, como demuestra la reciente creación de la Unidad de Prevención Social, que presentamos a los medios de comunicación hace sólo unas semanas”.
Rocío Cárdenas, que ha asegurado que de no prevenirse y tratarse estas conductas de riesgo algunos de estos jóvenes podrían convertirse en adultos en exclusión social, ha explicado que la Diputación de Huelva vienen desarrollando estos programas desde el año 2005 “con un éxito contrastado y reconocido, ya que el año 2008 recibimos una Mención de Honor de los Premios “Reina Sofía”.
De los 410 adolescentes atendidos en 2013 el mayor número lo fue en Villanueva de los Castillejos, con 180 adolescentes participando en los diferentes talleres y acciones concretas de intervención directa en las que se han materializado este programa. Rocío Cárdenas ha explicado que esto no quiere decir que sea en Villanueva de los Castillejos donde más adolescentes con problemas existen en la provincia, sino que es esta localidad andevaleña uno de los municipios donde más éxito ha tenido este programa, en el que han participado jóvenes con y sin problemas de conductas de riesgo.
A Villanueva de los Castillejos le sigue el proyecto de Cortegana, con 70 adolescentes y Cartaya con 60. Riotinto, Paterna y Puebla de Guzmán con 20 adolescentes cada uno, seguido de Gibraleón, Aljaraque, Aroche y Cumbres Mayores con un número de 18 a 15. Los restantes atendieron un número de entre 9 y 10 adolescentes.