Después de haber estado un mes en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, santa María Salomé ya descansa en su ermita. El viernes se producía su esperada subida.
Dicen que los que verdaderamente disfrutan de este día son los quintos. Para ellos, portar a su santa es como celebrar la mayoría de edad,
Pero también han portado a la patrona quintos anteriores. Algunos llevan haciéndolo hasta diez o doce años y, en total, se calcula que durante la procesión lo habrán hecho entre cien y ciento veinte personas. Y el pueblo… acompañándola.
Tradición, fe, devoción… todo el pueblo se vuelva y sale a la calle porque es el día grande entre los grandes. Afloran los sentimientos y dicen que hasta huele diferente.
A lo largo del recorrido se pudo disfrutar de momentos emocionantes y, según el alcalde del municipio, Juan Antonio García, la subida de santa María Salomé «las imágenes son preciosas».