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El representante del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del curso de verano organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ‘Dinámica de la clase media en América latina: demandas sociales y desafíos’, Ludolfo Paramio Rodrigo, ha afirmado que la desigualdad que existía en América Latina «ha disminuido, la brecha se ha acortado aunque sea un poco, y eso era algo que se consideraba realmente imposible».
Este curso se ha clausurado este viernes en el campus Santa María de La Rábida, siendo «fruto del proyecto de investigación sobre nuevas demandas sociales y desafíos en América latina», que ha tenido como piedra angular «demostrar que en la década pasada se ha producido un importante crecimiento de las clases medias en Latinoamérica».
El crecimiento de la clase media «se ha constituido en los últimos tiempos en objeto mediático, con una gran presencia en ellos», ha apuntado Paramio, asegurando que este incremento supone un claro avance en la lucha contra la pobreza, «creando nuevas demandas en esa clase media que ha dejado atrás la pobreza y que ya no quiere simplemente celebrar esto, sino que tiene nuevas peticiones».
En este sentido, ha citado ejemplos relevantes como el caso de Argentina o, más significativamente, Brasil, «donde vemos cada día como esa clase media sale a demandar sanidad y educación pública y se postula contrario al gasto de dinero del Mundial, por ejemplo», ha subrayado.
«Lo más interesante es el contraste de lo que se plantea ahora y la idea neoliberal de mercado existente», ha señalado, incidiendo en que «este crecimiento de la clase media no es un mérito de los gobiernos, la clave está en las exportaciones primarias, o la demanda de materias primas como la soja». En referencia a esto, Paramio considera «que todo esto tendrá un costo a la larga, pero de momento está siendo clave».
Sobre la influencia de los gobiernos en este acortamiento de distancias entre clases sociales, Paramio ha recalcado que «no se debe gracias a ellos», pero que sí «se ha habido un giro en la agenda política de los países hacia los gobiernos de izquierdas, y a la demanda de políticas sociales».
En comparación con España, el director ha reflejado que, pese al retroceso vivido por la crisis, «es posible que ya se esté mirando hacia una recuperación de las políticas sociales desde Bruselas, como ha quedado manifestado en la últimas elecciones europeas con señales de alarma muy serias».
