El Recreativo de Huelva despertó del sueño de ascender a Segunda División tras un gran jarro de agua fría sufrido en el tiempo de prolongación. Un tanto de Paris desde la frontal en el minuto 92 de partido, sentenció a un Decano que participará, una temporada más, en el grupo IV de la categoría de bronce.
No comenzó mal el Recre que, pese al respeto mutuo de ambos conjuntos, quería intentar perforar la barrera defensiva del Mirandés que mostraba más criterio con la posesión del balón. A los 19 minutos de partido llegó la ocasión más peligrosa del Decano que, tras una falta botada por Víctor Barroso, el balón fue despejado por la defensa burgalesa.
El conjunto de Salmerón quería pero no podía hacer nada frente a un Mirandés que marchaba con la ventaja del 1-0 conseguido en Anduva y sabedor de la importancia de anotar un tanto fuera de su feudo. Al descanso, los onubenses ponían rumbo a vestuarios con el mal sabor de boca de no haber anotado pero con la sensación de, al menos, haberlo intentado.
Sin embargo, así saltaron de nuevo al verde el Nuevo Colombino en la reanudación. Con una marcha más y un juego más vertical, los andaluces salieron en tromba a buscar el primero y a punto estuvieron de conseguirlo a los pocos segundos en esta jugada que atrapó el cancerbero Limones.
En el minuto 63 llegó la esperanza albiazul. Una jugada por banda derecha del recién incorporado Iago Díaz acabó dentro del área para que el killer del Decano Caye Quintana rematase de cabeza para estrenar el luminoso del coliseo albiazul.
Faltaban 25 minutos de auténtica agonía para ambas escuadras que querían sentenciar la eliminatoria y abandonar la idea del tiempo extra de la prórroga. La volvió a tener Caye Quintana tras una gran jugada de Tropi aunque el disparo del isleño se marchó desviado.
Cuando todo parecía que se resolvería, o bien en la prórroga, o bien en la tanda de penalties, el centrocampista Paris se zafó de esta manera de Caye, se posicionó al borde del área y con este chute sentenció la eliminatoria y al Decano de este sueño que era abandonar, tras cuatro años, el pozo de la Segunda División B.
Una temporada histórica en estos 129 años del Recreativo que hoy se ha vuelto a levantar y a entonar un cántico que es santo y seña de este equipo.