Unos 158 menores en situación de riesgo de exclusión social ha participado en las tres escuelas de verano subvencionadas este año por la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta en Huelva con la finalidad de atender a la población infantil más vulnerable. La inversión de la Junta para ello ha ascendido a 85.000 euros.
Las entidades organizadoras de esta actividad, de la que se cumple ya su tercera edición, prestan una doble labor: por un lado, llevar a cabo acciones socioeducativas con vistas a reforzar la formación de los menores una vez concluido el curso escolar; y por otro, ofrecer un servicio de comedor que garantice las necesidades básicas alimenticias del colectivo a través de la distribución de tres comidas diarias, tal y como ya se viene haciendo en los colegios el resto del año.
La captación de los participantes, con edades de tres a 12 años, es realizada por los servicios sociales y sanitarios y la Delegación de Educación. El delegado territorial del ramo, Rafael López, ha asistido este viernes al acto de clausura de una de estas escuelas de verano, concretamente la que ha desarrollado la asociación Unión Romaní en el colegio Andalucía, dirigida a menores en riesgo de exclusión del Distrito V de la capital onubense.
Las otras dos también han sido organizadas por esta misma entidad, en este caso en el colegio Juan Ramón Jiménez del Distrito VI, así como por la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Pilar en el colegio La Hispanidad, cuyo radio de acción ha sido igualmente la población infantil del Distrito V.
Esta actuación es una de las principales medidas incluidas en el Decreto-Ley de Inclusión a través del Empleo y Medidas Extraordinarias de Solidaridad de la Junta, que ha promovido la creación de una Red de Solidaridad y Garantía Alimentaria mediante la que entidades y organismos proporcionen comida a niños residentes en las denominadas Zonas con Necesidades de Transformación Social (ZNTS) durante el periodo vacacional.
Además del servicio diario de comedor, las escuelas de verano comprenden la práctica de un amplio abanico de acciones formativas, culturales y lúdicas encaminadas a mejorar el proceso educativo de niños con necesidades especiales, a la vez que fomentar alternativas para el uso adecuado del tiempo libre vacacional y trabajar valores como la solidaridad, amistad, responsabilidad, confianza, respeto hacia los demás… De esta labor se ocupa un equipo técnico de monitores especializados.
La Junta aprobó el año pasado el Decreto-Ley de Inclusión a través del Empleo y Medidas Extraordinarias de Solidaridad, con el que daba continuidad a las acciones que ya venía impulsando desde 2013 para paliar el impacto de la crisis económica entre los colectivos más vulnerables, fundamentalmente personas desempleadas que no reciben ninguna prestación o familias con todos sus miembros en paro.
Uno de los ejes fundamentales del decreto es el Plan Extraordinario de Garantía Alimentaria, que incluye el mantenimiento del refuerzo en la alimentación infantil con tres comidas en los colegios públicos (Infantil y Primaria), así como de una línea específica de subvenciones para actuaciones enfocadas a la preparación y reparto de alimentos a personas con escasos recursos económicos o en riesgo de exclusión social, servicio de catering a domicilio para personas mayores de 65 años con bajos recursos económicos y asistencia alimentaria durante el periodo de vacaciones escolares para menores residentes en las zonas de transformación social.
En total, la Junta ha destinado este año en la provincia de Huelva 360.000 euros a dichas medidas, a las que se también se suma un programa bonificado para los servicios de comedor de los centros de participación activa.