Un vecino de la Bajada del Arroyo Julianejo, en Mazagón, en una zona conocida como las Casas de Bonares, denuncia que, desde hace varios años, “se está permitiendo por parte de las Autoridades competentes la actividad sin licencia ni autorización y sin ningún control sanitario de un chiringuito”.
Según la información ofrecida por dicho vecino, el establecimiento no cuenta con las autorizaciones correspondientes ni con energía eléctrica ni agua corriente -suministros al que se permanecen enganchado de manera ilegal- y que carece de servicios para realizar las necesidades fisiológicas.
El ciudadano ha denunciado que, además de esto, se permiten de manera permanente asentamientos ilegales de chabolas, tiendas de campaña, caravanas y autocaravanas también sin autorización, habiendo un Camping legal a menos de un kilómetro.
La nota enviada manifiesta que “todo esto ha supuesto un deterioro de la zona, atrayendo malas prácticas como el abandono de basuras, el consumo y venta ilegal de drogas, además de un desastre medioambiental y un deterioro progresivo de una zona turística, muy cerca del Parador Nacional, de excepcional belleza que debería ponerse en valor”.
En dicha zona existe, además, una estación de residuos (EDAR) que genera una contaminación olorosa insoportable para los vecinos de la zona y una mala depuración que causa contaminación de las aguas costeras.
La nota continúa manifestando que “así se destrozan los negocios y se incita a la ilegalidad. Las Autoridades de Palos de la Frontera y de Moguer deben desalojar esto de una vez y poner unos pivotes para que no entre nadie en Dominio Marítimo”, además de tomar medidas urgentes, o “de lo contrario, los vecinos de la zona tomarán las medidas legales oportunas”.
Según señala el comunicado, los ayuntamientos tienen conocimiento de dicho asentamiento ilegal, pero afirman ‘no poder hacer nada’ ya que es el Ministerio el que debería tomar las acciones oportunas.