Pequeños copos de espuma revoloteaban en una Plaza de Santa María a rebosar de mayores y niños que disfrutaban de la gran nevada iliplense. Y es que nadie quiso perderse este extraordinario evento, ni siquiera Papá Noel, quien nos dejó un mensaje para los niños del Condado.
Así, entre risas y juegos los iliplenses daban la bienvenida a la Navidad. Un árbol gigante coronaba también la plaza, iluminado y decorado con la aportación de los alumnos del colegio, así como otras entidades.
Aunque la nevada artificial atraía todas las miradas, el viernes abría además, las puertas de la Casa de la Cultura al Belén municipal, y acogieron los primeros sones del año de los esquileros.
Una inauguración de la programación navideña con una gran acogida del pueblo de Niebla, y que da inicio a una batería de actividades donde los niños serán los protagonistas.