El Circuito Andaluz de Peñas de la provincia de Huelva, organizado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, ha programado para el viernes 10 de noviembre la actuación de la cantaora Virginia Gámez en la Peña Flamenca El Gatillo de Valverde del Camino, y el sábado 11 en la Peña Flamenca Gonzalo Clavero Vázquez de Calañas el espectáculo del bailaor El Niño Carmela. Esta iniciativa se está celebrando entre el 25 de agosto y el 25 de noviembre en 10 municipios: Villanueva de las Cruces, Huelva, Lepe, Moguer, Paterna del Campo, Punta Umbría, Valverde del Camino, Calañas, Santa Bárbara de las Casas y Almonte, y cuenta con un total de 15 recitales.
Virginia Gámez nació en Málaga el 12 de octubre de 1978, y empezó a cantar con 9 años en los tablaos que su tía Pepi Gil y su padre Pepe Gámez tenían en Málaga. A los 12 debutó en la plaza de toros de Benalmádena con un cartel de lujo: El Turronero, Juana la de Revuelo, Chano Lobato. A los 13 años se clasificó para la final del Concurso de Cante de Las Minas, en La Unión (Murcia). A lo largo de su trayectoria ha obtenido numerosos premios. A los 20 años interpretó 35 palos distintos del cante en el Teatro Alameda de Málaga en una sola actuación.
En cuanto al bailaor El Niño Carmela destaca que siendo adolescente fue ganador del I Certamen de Jóvenes Flamencos organizado por la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla. Además, a lo largo de su carrera ha actuado a lo largo y ancho de la provincia onubense, así como en importantes escenarios de la comunidad andaluza.
El Circuito Andaluz de Peñas persigue poner en valor el papel de estos colectivos en la defensa y la conservación del flamenco, así como su papel como forjadores de la afición y como primer escenario para los jóvenes valores, llamados a ser los grandes artistas del mañana. En este sentido, potencia la participación de jóvenes artistas, a los que se les da la oportunidad de dar a conocer su arte fuera de su provincia de origen. Además, el ciclo permite la convivencia entre los artistas experimentados y la savia nueva del arte flamenco, haciendo posible un intercambio de experiencias.