Desde esta pasada Semana Santa, Villalba cuenta con un espacio dedicado a sus capataces y costaleros. Se trata de una placa que ha sido colocada en la calle Soldado Pérez Murga, lugar de paso de la mayoría de hermandades, y que quiere servir de homenaje a miembros de este colectivo que ya no están entre nosotros y que han impulsado esta labor en el municipio.
El autor de este azulejo ha sido el ceramista local Carmelo del Toro, quien ya ha hecho otros tantos trabajos para la localidad, y que, de esta forma, embellece aun más su patrimonio. El alcalde se ha mostrado defensor de instituciones como las hermandades, por el trabajo que, día a día, de forma altruista, hacen por Villalba y por el mantenimiento de sus tradiciones.
Por ellos, y por los impulsores del mundo del costal y de los que portan a sus titulares, se dedica este azulejo, para engrandecimiento de las fiestas villalberas.