Por El bullicio, la música, las luces y la diversión que durante cinco días ha llenado el recinto ferial de Rociana se apagó en la noche de ayer. Finalizado el domingo, los rocianeros daban por concluida su feria de la que se despedían hasta el próximo año.
Una feria en la que la nota predominante ha sido la austeridad, ya que el Ayuntamiento de la localidad ha prescindido de la fastuosidad y de los excesos de los que las administraciones locales podían permitirse en años de bonanza. No obstante, a pesar de la falta de actuaciones en la caseta municipal, el balance realizado de estas fiestas es positivo.
De hecho la asistencia ha sido una constante durante los días de feria. Desde el mediodía en que los rocianeros acudían a su caseta a pasar el almuerzo y la sobremesa, hasta bien entrada la tarde, incluso por la noche, cuando la fiesta se prolongaba hasta bien entrada la mañana del día siguiente.
Buenos momentos en los que el objetivo era divertirse, dejando a un lado tan presente crisis.
Todo ello en la compañía de amigos y familiares, disfrutando de buena comida y del vino de nuestra tierra.
Una feria en la que no sólo hubo momentos para los adultos, sino también para los más pequeños que pudieron disfrutar en la tarde del domingo de un espectáculo infantil en la Caseta de la Sociedad Cultural Casino de Rociana.
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