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El convenio de cesión de los terrenos de la antigua Surfasaurus para ubicar la futura depuradora de Matalascañas, que cuenta con el reparo del departamento de Urbanismo de Almonte, ha sido aprobado en un pleno convocado ayer con sólo 20 minutos de antelación con la excusa de la urgencia. Esto ha supuesto que ninguno de los concejales de la oposición, que en esos momentos estaban en sus puestos de trabajo, han podido asistir al cónclave, convocado mientras se mantenía una reunión con los equipos de los diferentes partidos políticos para tratar de llegar a un acuerdo sobre este punto.
“Esta actitud es la mayor muestra de caciquismo que el Partido Popular, que se rige por el más escrupuloso cumplimiento de los valores constitucionales, no está dispuesto a transigir con semejante comportamiento, por lo que desde hoy anuncia que cualquier posibilidad de relación o negociación con el actual equipo de Gobierno sobre cualquier cuestión queda anulada”.
Para el Partido Popular, hoy ha sido uno de los días más tristes y vergonzantes que se recuerdan en la historia de Almonte. No sólo se ha quebrado la confianza y el entendimiento de los grupos de la oposición, que representan en la actualidad a la mayoría de los ciudadanos, a los que se ha dejado sin voz ni voto. También se ha limitado el derecho elemental de los concejales a ejercer su responsabilidad, por no decir que se ha puesto en peligro sus vidas al forzarles a tratar de llegar a Almonte en un lapso de tiempo que el equipo de Gobierno sabía insuficiente para ello. Jamás pensó este partido que PSOE y Mesa de Convergencia llegarían tan lejos en su soberbia y su ambición, y desde luego, cabe reflexionar y preguntarse por qué y para qué.
En primer lugar, el Partido Popular ha advertido por activa y por pasiva que este convenio urbanístico no era en absoluto necesario para proceder a la aprobación del acuerdo a tres partes con la Junta de Andalucía y el Gobierno de España por el cual el municipio de Almonte podría contar con los fondos necesarios para la construcción de la depuradora. Es más, el PP ha informado al equipo de Gobierno, en virtud de las gestiones efectuadas en estos días, de que otros municipios en idénticas circunstancias han procedido a la aprobación del acuerdo con las administraciones públicas sin contar con terrenos para la construcción de sus depuradoras.
El PP puso sobre la mesa un convenio alternativo que podría haber acabado con los reparos de los servicios municipales. Sin embargo, este convenio fue rechazado por PSOE y Mesa de Convergencia, sin que hayan explicado por qué.
Sin embargo, PSOE y Mesa de Convergencia han seguido adelante barriendo por el camino los derechos de los grupos de la oposición y de los ciudadanos a los que representan, y aprobando en minoría y por la tremenda un convenio bajo sospecha, a saber bajo qué motivaciones.
“El Partido Popular, que durante todos estos días ha tratado de alcanzar un acuerdo que posibilitara la futura construcción de la depuradora de Matalascañas, no está dispuesto a tolerar el chantaje, la presión y la imposición de nadie. A estas alturas del siglo XXI, cualquiera que acceda a un puesto de representación pública debería saber que el juego democrático precisa de la negociación, entendimiento y respeto por los que se sientan enfrente. Lamentablemente, el equipo de Gobierno ha tenido todo de lo primero y nada de lo segundo”.
Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que el equipo de Gobierno ha despreciado de la peor manera la mano tendida del Partido Popular de Almonte, que pese a la expulsión de las tres concejalas accedió a analizar y debatir este asunto por el bien de los ciudadanos, sólo espera que las consecuencias “de la maniobra perpetrada no añadan más peso a la deuda que ya soportan los almonteños”.
