Esta es la sonrisa que se dibuja en la cara de los más pequeños de Bonares cada mañana cuando saben que su destino es la escuela de verano.
Una sonrisa que es reflejo de diversión y convivencia entre amigos cada día de la semana.
Pero hoy, esa sonrisa ha ido más allá de territorio bonariego. Estos pequeños han “dado el salto” literalmente hasta un enclave cargado de camas elásticas, escalada y juegos alternativos ubicado en la provincia sevillana.
Desde el consistorio no han querido faltar a esta cita, facilitando además el coste del autobús.
Ilusión, ganas y sobre todo… emoción por vivir una nueva excursión fuera del periodo escolar y con los amigos.
Esas caras sonrientes regresarán cansadas pero con las pilas recargadas de haber vivido una experiencia más llena de saltos y amistad.