El Pedro Alonso Niño de Moguer ha vuelto caer derrotado (20-16), y ya son ocho los partidos perdidos. Y es que, el PAN está demostrando ser un equipo de más sombras que luces y, cuando todo parecía que iba a cambiar después de un colosal partido ante el Montequinto, que supuso la primera victoria de la temporada, la visita a Aguilar ha vuelto a ser un fracaso.
Los amarillos comenzaron enchufados el partido. Es más, durante la primera mitad estuvieron por delante en el marcador la mayor parte del tiempo. Gracias en parte, al buen trabajo defensivo, con un Emilio Guerrero estelar, que un partido más volvió a demostrar su valía con un 53% de acierto en las paradas. Una pena que fuera insuficiente. Y es que, los errores en ataque, unidos a un tiempo muerto pedido por Socías justo antes del descanso, hicieron que el PAN se fuera al vestuario por detrás en el marcador.
Este contrapié acabó notándose en el desenlace. El Aguilar empleó una defensa mixta hacia Sergio Cruzado que se vio atado de pies y manos para poner en práctica su juego. Para colmo, el capitán se lesionó. Al igual que pasó con Dani Podadera y ambos tuvieron que abandonar el partido. Fue la gota que colmó el vaso.
Los nervios se apoderaron de los amarillos. Además, entre la falta de acierto en los cambios y la calidad de su rival en la pista, que demostró porque son segundos en la clasificación, la derrota se hizo insalvable.
Al final, un nuevo varapalo para el PAN Moguer que vuelve a caer al pozo de la tabla una jornada más.