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Con los recuerdos en imágenes del inicio del mejor carnaval bollullero, de finales de los 80, comenzaba la tarde con la que se daba el pistoletazo de salida a las fiestas de Don Carnal 2018. Este año con una mención especial al conocido como Frasco «el de Los Locos», fundador de la querida peña de «Los Locos» e impulsor de la estructura de esta fiesta tal y como se conoce hoy en Bollullos.
Frasco se empapó del carnaval de Isla Cristina y estuvo trayendo algunos tipos de las agrupaciones de sus amigos a su peña para plantar la semilla de la murga actual, el tipo y el pasacalles. Empeñado en la idea de crear cantera, fue el director de varias murgas infantiles.
Así, durante 10 años, la peña de «Los Locos» fue marcando una línea de carnaval profesional y desenfadado, dejando para la posteridad estribillos ahora canturreados en las calles del febrerillo bollullero.
Algunos de los niños, ahora grandes carnavaleros, a los que Frasco contagió el amor por esta fiesta, quisieron también participar en este merecido homenaje, al que también luchó por el Carnaval al frente de la Asociación La Tizná, en otra época dorada de agrupaciones y actividades culturales.
También fue la noche en la que se presentaba el cartel de las fiestas ante un salón abarrotado de público. Autoría de Diana Valdayo, otra gran carnavalera y alumna, en su momento, de Frasco, a quien también dedicó unas emotivas palabras. Su obra, ganadora del concurso local de cartel, de exquisita originalidad, se basa en los libros infantiles de personajes intercambiables.
Durante la hora y cuarto que duró el acto, las risas y lágrimas no faltaron, al reconocer la importancia de la figura de este carnavalero en la fiesta, en el pueblo y su fuerza de voluntad por agarrarse a la vida tras el derrame cerebral que sufrió.
Pero, sin duda, el momento más emotivo y que irrumpió en el éxtasis del público fue el encuentro de la peña de «Los Locos» sobre las tablas. «Los locos por la música» hacían revivir el carnaval de aquella época, las emociones y con Frasco a la cabeza, recordando algunas de sus coplillas y sus mejores popurrís, en su 31 cumpleaños, que son parte de la historia bollullera.
