La devoción a las doce Cruces de Mayo de Bonares es un sentimiento que se transmite de padres a hijos, de abuelos a nietos y que está más viva que nunca.
El municipio bonariego, como ya manda la tradición, ha disfrutado por adelantado del sentimiento crucero con la celebración de las Cruces Infantiles. Una fiesta donde se viven, a pequeña escala, la procesión de sus doce cruces y donde los niños son los protagonistas.
Una tradición en la que cada vez participan más niñas, que también se suman a participar en este recorrido y en hacer las tradicionales caídas, soñando con portar, cuando sean mayores, a su Santo Madero en este momento tan especial para el pueblo de Bonares.
Bonares sella así un día de tradición, devoción y sentimiento crucero elevado a la máxima potencia, desde la cuna.